Descripción
Martin Miller era una mezcla extraña. En el fondo un tradicionalista pero, al mismo tiempo, un visionario con un fuerte apetito por el éxito combinado con el alma de un artista. Al crear su ginebra, el tradicionalista en él le exigió que hiciera una ginebra que «supiera a ginebra» y no, en sus palabras, «a cualquier creación con mucho sabor». Sin embargo, su alma de artista lo empujó a proponer nuevos ángulos para resolver el objetivo que algunos percibían como loco. Insistió en emplear únicamente los métodos y técnicas de los fabricantes de ginebra de la «vieja escuela» que se habían abandonado hacía mucho tiempo. Aunque pensaban que eran ideas locas, sus colegas fundadores lo apoyaron y produjeron lo que hoy es la marca de ginebra super premium más premiada de los últimos 15 años … pura genialidad.
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